¿Cómo podemos aprovechar la piel del jamón ibérico y serrano?

Bien es sabido que del jamón todo es aprovechable menos la pezuña, incluyendo la piel por increíble que parezca. ¿Porqué no aprovecharla entonces? Aquí te decimos algunos usos prácticos para sacarle el máximo rendimiento.

Potenciador del sabor

Este uso es muy poco habitual pero, por increíble que parezca, la piel del jamón se puede utilizar como potenciador del sabor natural. Simplemente deberás cocinarla a fuego lento hasta que se derrita y guardar la grasa resultante (que será un caldo espeso) en la nevera, en un tupper o en un bote por ejemplo. Solo con echarle una cucharadita a tus guisos, saldrán mucho más sabrosos.

No resecar el jamón

A medida que vamos cortando nuestra pieza de jamón, se va quedando más porcentaje de carne y de grasa al descubierto. Si lo dejamos bastante tiempo en contacto directo con el aire, se secará, por lo que la primera capa puede quedar incluso desaprovechada. Para taparlo, cubrirlo con un trozo de piel es la mejor opción ya que permitiremos que el jamón respire y evitaremos pelusas de los trapos de cocina.

Hacer cortezas de jamón como aperitivo

Están ricas las cortezas de jamón, ¿verdad? Pues sí, esto también se hace usando la piel del jamón. Este delicioso aperitivo de jamón se hace utilizando simplemente la corteza del jamón cortado en pequeños trozos y aceite de oliva. Deberás freírlas en aceite de oliva muy caliente y abundante hasta que se hinchen y la grasa esté disuelta. Fácil, sencillo y para toda la familia.

La piel del jamón es el gran olvidado a la hora de consumir el jamón, pero como ya hemos visto tiene múltiples utilidades, al igual que el resto de la pieza. ¡Que lo disfrutes!