Sardinas en conserva y otros pescados: un breve recorrido

Producción de sardinas desde sus inicios

Para sacar el lado positivo de la lata de sardinas, vamos a explicar más sobre este invento y sus beneficios. La producción de sardinas en conserva data del año 1810 y ha sido posible gracias a la iniciativa de Napoleón. No fue él quien lo ideo, pero aportó una muy buena  solución que permite conservar los alimentos durante mucho tiempo, convirtiéndose en promotor de este adelanto. La principal diferencia es que, por aquel entonces no existía la pequeña llave para enrollar la tapa, sino que se abría simplemente con la bayoneta.

 

A finales del siglo XIX, Bretaña  fue el líder en el mercado internacional de las sardinas en conserva y Francia tenía incluso el monopolio de las conservas, aunque muy pronto España y Portugal siguieron su ejemplo y la desbancaron. Si nos fijamos en las actuales latas de conservas, está claro que no tienen nada que ver con lo que eran antes: el alimento de los pobres y las clases sociales más bajas.

 

Las sardinas en la actualidad

Desde hace algún tiempo, algunos pescados y mariscos en conserva están considerados un manjar, al menos cuando se trata de sardinas y anchoas de calidad. Nadie sabe apreciarlo mejor que en España, también productora de conservas de pescado. En Galicia, la captura empieza en junio, cuando las sardinas están en su punto de madurez y firmeza conservando su sabor a pescado ligeramente agrio. Los pescados son cuidadosamente seleccionados y escamados a mano para proporcionar una mejor calidad.

 

No hay que olvidar que la sardina es muy saludable, ya que cada lata aporta una gran cantidad de ácidos grasos Omega-3. Una vez abierta la lata de pescados en conserva de calidad, se puede servir directamente de la lata o en tostadas con mantequilla y tomate fresco.

 

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Una muy buena noticia para los partidarios y defensores de las sardinas: Los científicos del Instituto Americano de Pesca de la Administración del Océano y la Atmósfera durante años han observado y estudiado las sardinas en los océanos. En los últimos años, han estado estudiando las condiciones de captura en redes de arrastre y realizando cálculos basados en las cantidades de los huevas que se encuentran allí. El resultado de estas investigaciones tiene una asombrosa conclusión: "El desarrollo natural de sardinas no está en peligro, sino todo lo contrario, la cantidad de estas peces tiende a aumentar su número."

 

Resultados del estudio sobre las sardinas

Se confirmaron algunas opiniones señalados ya con anterioridad de que la población de peces depredadores, como el bacalao y atún, ha sufrido una enorme caída en los últimos 100 años, disminuyendo aproximadamente en dos tercios. La cantidad total de "pescados de forraje", como las sardinas y las anchoas se ha duplicado en el último siglo. Estos pescados eran servidos como alimento a los mayores devoradores acuáticos. "Al eliminar los más peligrosos, se está creando una situación propicia para los que eran sus presas."

 

La fuerte disminución de los grandes depredadores  se asocia también con el aumento de la capacidad global de pesca. Desde 1950 hasta 2010 esta ha aumentado en un 54%, sin grandes cambios en los últimos años. La pesca extensiva en nuestros océanos tiene un efecto similar a: “Cuando el gato no está, los ratones bailan". En otras palabras: la eliminación de las especies de grandes, depredadores del océano, hace que los peces pequeños se pueden desarrollar mejor.

 

Los científicos que han llevado al cabo el análisis más completo que se haya realizado nunca de las poblaciones de peces en los océanos del mundo y cómo han cambiado a lo largo del siglo pasado, dicen: "Conviene disminuir el consumo de atún y bacalao y llenar los platos con sardinas y anchoas, si queremos ayudar a salvar las especies en peligro de extinción y el equilibrio de nuestro ecosistema."