1. Ramón Peña, conservas de calidad del Atlántico 

 

En Cambados (Galicia), allá por el año 1920, se levanta una pequeña fábrica de pescados y mariscos en conserva.  Pocos años después esta fábrica pasaba a ser una de las más importantes de Galicia. La clave de su éxito radicaba en su compromiso con la calidad, principio que aún forma parte de la filosofía que sostiene sus pilares después de tres generaciones. La selección de la materia prima es exhaustiva, los mejores pescados y mariscos, al igual que la selección de los ingredientes. Con una elaboración artesanal y fidelidada las recetas exclusivas y originales, con esmero y dedicación, y con más de 90 años de trayectoria.

Con la llegada de la tercera generación, Conservas Hijos de Ramón Peña, S.L. comienza una nueva etapa. Es a partir del año 1993 cuando enfoca su trayectoria hacia un mercado más prestigioso y de mayor calidad, eligiendo para su marca las mejores materias primas (de las Rías Gallegas y del Atlántico), siempre de la manera más artesanal.

Con este cambio, la empresa se centra en obtener la mejor calidad, y en mantener un altísimo nivel de controles en el proceso de fabricación y en sus ingredientes, como puedan ser el aceite de oliva, pimentón, etc. Ramón Peña ofrece más de 50 productos, entre los que destacan los berberechos, almejas, navajas, mejillones, y también las sardinillas y muchas especialidades como la anguila, bacalao y huevas de merluza.


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2. Las claves del éxito de las conservas Ramón Peña: tradición y artesanía

Durante todo el proceso de producción, Ramón Peña hace especial atención a la elaboración artesanal, el mimo en la fabricación y la especialización. Con un trato especial a sus clientes, intenta crear cultura en el mundo de la conserva, hacerles entender la procedencia del producto, transformación y evolución hasta el resultado final: "La lata y su contenido".

3. ¿De dónde vienen las conservas Ramón Peña?

Este hecho tan curioso de cocer los alimentos y envasarlos al vacío fue idea de un francés, en tiempos de Napoleón, que prometió un premio a aquél que le ayudara a conservar los alimentos. Este joven cocinero francés, Nicolás Appert, comenzó a experimentar y observar que los alimentos hervidos a más de 80ºC y sin estar expuestos al aire, duraban más tiempo sin echarse a perder. El envase de hojalata fue un invento de un inglés llamado Peter Durand.

En España conocimos las conservas por un barco francés, que naufragó en la costa Da Morte. Al siguiente año ya había una conservera en Galicia.

Las conservas de pescado son todo un clásico de nuestra gastronomía. Cada año, un español consume más de 4kg, a la cabeza se encuentra el mejillón, especialmente las conservas en escabeche y en salsa de vieira.

4. El proceso de elaboración de las conservas Ramón Peña

El primer paso para preparar las conservas, es limpiar el marisco y cocerlo, después se fríe, que es el modo tradicional. Cada tipo se limpia de forma manual y con minucioso cuidado, clasificándolo por tamaños. La salsa en la que se conservan contiene ingredientes básicos que potencian su sabor. Por ejemplo, para la salsa en escabeche, los ingredientes base son pimienta, laurel y clavo, y se realiza un sofrito y se le añade pimentón, ningún tipo de conservante o colorante, todos los ingredientes son naturales.

A la hora de envasarlos, primero se pone una base con el sofrito, después los mejillones y la lata se rellena con un escabeche. El escabeche se decanta durante 24 horas, elaborado a través de un proceso artesanal (dos partes de aceite rojo, una parte de agua y una parte de vinagre).

Más tarde, se cierran las latas y se llevan a esterilizar. Tras estos últimos pasos, las latas pasan a fábrica para confeccionarlas en estuches y darles entrada en el mercado, para su posterior degustación.

5. Medios técnicos y Compromiso de calidad

Conservas Hijos de Ramón Peña, S.L. cuenta con los medios técnicos más eficaces y modernos para la transformación, como autoclave, máquina de cierre, estuchado, etc., aparte de un equipo de expertos artesanos, así como también con un laboratorio propio y personal para su gestión. En 1998 construyeron la actual fábrica, dotándola de la tecnología y medios de producción más vanguardistas. Garantía de calidad de los productos "Ramón Peña" los son el sello "Pesca de Rías" y el certificado de calidad ISO 9001. Una serie de expertos compradores y marineros los avalan, conocedores de los mejores caladeros y puertos donde encontrar las sardinas más exquisitas, los calamares más sabrosos o las navajas más codiciadas. Dada la exclusividad y alta calidad, se trata de productos de edición limitada.

La empresa dispone de la Certificación ISO 9002, y de las auditorías de la Marca “Galicia Calidade” (Sociedad de la Xunta de Galicia) que también les audita, así como de varios premios nacionales e internacionales a la calidad.

En estos momentos, la firma tiene puestas sus miras en el mercado exterior, con la ayuda del plan Pipe (ICEX) y gracias a sus propios esfuerzos, hoy están presentes en más de doce países (Inglaterra, Francia, Noruega, etc.) En el futuro, Conservas Hijos de Ramón Peña, S.L. proyecta seguir creciendo de forma sostenible y perfeccionando sus instalaciones, así como invertir más en I+D para poder ir desarrollando nuevos productos y líneas para introducir en el mercado.

6. Recetas

Pizza Ramón Peña

Ingredientes:

Tomate, mozzarella, anchoas Ramón Peña, aceitunas negras, cebolla jora, masas de empanadillas, orégano, aceite de oliva virgen.

Preparación:

Rallamos el tomate y separamos la pulpa del agua. Freímos la masa de empanadillas. Utilizamos como base la masa de empanadilla frita, extendemos la pulpa del tomate y sobre ella, colocamos trocitos de mozzarella, 2 o 4 aceitunas, unas anchoas y tiritas de cebolla. Espolvoreamos con un poco de orégano y un chorrito de aceite de oliva virgen.

Podemos servir las pizzas solas o acompañadas, como en la foto, de cebolla confitada con trufa o unos macarrones rellenos de crema de calabaza dispuestos sobre láminas de calabacín.

Tomates rellenos de centellos

 

Ingredientes:

Tomates rojos, carne de centollo Ramón Peña, huevas de mújol, mahonesa, pimiento verde, pimienta y cebollino.

Preparación:

Cortamos un tomate por la mitad, lo vaciamos y reservamos la pulpa. Elaboramos una mahonesa muy suave. Mezclamos la carne del centollo con un poco de mahonesa, espolvoreamos con un toque de pimienta y mezclamos con una espátula.

Rellenamos en medio tomate con esta mezcla y decoramos con una cucharadita de huevas de mújol y unas tiritas de pimiento verde cortado en juliana.

Acompañamos de la pulpa del tomate aliñada con unas escamas de sal y un chorrito de aceite de oliva virgen.

Makis de centollo

Ingredientes:

Carne de centollo en conserva Ramón Peña, alga nori, pasta de empanadillas, calabacín, cebolla, cebollino, mahonesa, wasabi, aceite.

Preparación:

Cortamos el alga Nori en rectángulos, untamos con un toquecito de wasabi, ponemos la carne de centollo y enrollamos. Por otro lado, hacemos una mezcla con la carne de centollo, un poco de mahonesa y una pizca de wasabi. Batimos un poco (debe quedar espesa) y moldeamos una base (a poder ser con un arco).

Para el acompañamiento, pochamos la cebolla en una sartén con un poco de aceite de oliva. Cortamos el calabacín en láminas que doramos muy ligeramente en la sartén y freímos la pasta de empanadillas.

Lo montamos tal y como muestra la fotografía: sobre la base de centollo disponemos los makis rellenos y espolvoreamos con cebollino finamente picado. Acompañamos de calabacín relleno de cebolla sobre la masa de empanadilla.

Almejas en crema de patata y chocolate

Ingredientes:

Almejas Ramón Peña, patatas, aceite de oliva, pimienta, chocolate negro.

Preparación:

Cocemos las patatas con su piel y una vez cocidas, las pelamos y batimos con un chorrito de aceite de oliva y un poco del caldo de la lata de almejas hasta que la crema quede muy fina. En una copa de Martini (o similar) ponemos la crema de patata y sobre ella las almejas.

Chipirones con pasta

Ingredientes:

Pasta a elección, chipirones en su tinta Ramón Peña, pimiento rojo, albahaca, pimienta blanca, laurel.

Preparación:

En abundante agua con sal y unas hojas de laurel, cocemos las pasta (a poder ser fina, yo elegiría la de varios colores de Cipriani) intentando que quede al dente.

La escurrimos y añadimos un chorrito de aceite virgen y un toque de pimienta blanca. Removemos bien.