¿Cómo maridar los diferentes tipos de quesos?

Seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta. Y es que cuando queremos picar algo, cuando vienen amigos a casa o cuando lo usamos como aperitivo, el queso es una de las opciones más frecuentes en nuestras mesas. Y el vino, como no, también. ¿Pero, cuáles son las mejores opciones para combinarlos?

Para empezar, hay algunas cosas que deberías tener en cuenta como, por ejemplo: 

  • El tipo de leche. (Vaca, oveja, cabra, mezcla…)

  • El tipo de elaboración y si ha tenido maduración. (Fresco, semicurado, curado, viejo…).

  • La curación. A mayor curación del queso, será recomendado un vino con mayor crianza y por lo tanto mayor cuerpo, y viceversa. Esta regla sirve tanto para blancos como para tintos. 

como maridar diferentes tipos queso

Y es que hay una regla básica, el sabor del queso deberá ser de menor intensidad que el sabor del vino con el que lo quieres acompañar. Por tanto, para que no te la den con queso (nunca mejor dicho): Queso suave, vino suave. Queso fuerte, vino con mucho cuerpo y sabor. Así no estarás enmascarando aromas.

Sabemos que no es fácil, por eso hoy te traemos un listado de los quesos más conocidos tanto nacionales como internacionales y los mejores maridajes que puedes hacer. ¡Toma nota! 

  • Brie, Camembert, Queso de tetilla: Blancos con crianza. El cava o incluso algún tinto joven ligero y afrutado también pueden funcionar, pero nada como un blanco con crianza (ligera) en barrica.

  • Parmesano: Vinos tintos jóvenes o blancos suaves.

  • Quesos cremosos, de untar (Torta de Casar): Vino tinto joven afrutado y ligero.

  • Gorgonzola, Cabrales, Roquefort, Stilton y otros quesos azules: Vino tinto reserva, vinos olorosos y amontillados o Vinos dulces. 

  • Münster: Blancos jóvenes y afrutados.

  • Cheddar, Gruyère, Appenzeller: Tintos contundentes e intensos.

  • Emmenthal: vinos blancos dulces (Moscatel), espumosos semisecos, o tintos jóvenes.

  • Idiazabal: vinos blancos de buena acidez, o Tintos con barrica.

  • Fresco de cabra: Blancos jóvenes (secos o afrutados).

  • Manchegos: Para los curados, Tintos con crianza de mediana intensidad, o blancos fermentados en barrica. Para los menos curados, un cava, o vino blanco seco con cierta crianza, puede ser ideal.

  • Mozzarella: Cava o Champagne, o vinos blancos ligeros y secos.

  • Ahumados: Tintos del Bierzo, (elaborados con uva Mencía).

  • Fondue: Sauvignon blanc o vinos blancos de intensa acidez que contrarresten el tacto graso.

  • Gouda y Edam: Riesling semidulce

  • Feta: Moscatel seco



Y ahora, solo queda que te animes a probar estas combinaciones. Solo así podrás saber cuál es el estilo que prefieres a la hora de maridar o cuál es tu pareja de queso y vino favorita.